Quien me ame desarreglada, furiosa y con dolores, me merece desnuda, lujuriosa y con tacones!!
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La dominante…
Cada día me despierto pensando que atrocidad seré capaz de hacer hoy. Cada día despierto esperando haber cambiado… Cada día me miro al espejo esperando ver un cambio, deseándolo y sabiendo que no va a ocurrir… Esto es lo que soy y sin embargo nadie sabe como soy. Por la vida me manejo como cualquier mortal, pero cuando llega la noche, mi verdadera naturaleza aparece, en mi interior, se despiertan los más bajos instintos, soy como un lobo hambriento, escondido en algún rincón, esperando a mi próxima victima, saboreando el momento, deseándolo, porque se que va a ocurrir y se que él no se va a resistir … No importa lo que le haga, él aceptará todo lo que yo le pida, porque no pondrá reparos en resistirse, es más, creerá que es él quien dirige, porque como imaginar que un ser tan angelical, tan dulce… puede ser en realidad tan diferente.- Soy apasionada, perversa, sexual, disfruto cuando me piden más, adoro verlos a mis pies, besándolos, recorriendo con sus lenguas todo mi cuerpo...
La Bienvenida…
Todavía no se como fui a parar ahí… Sólo recuerdo que desperté en una habitación oscura. Mi ropa no estaba, me sentía relajada, como si hubiese dormido muchas horas. No sabia donde estaba, ni la hora. Toque mi muñeca buscando mi reloj y no lo encontré. Busqué una ventana para ver si era de día o de noche. No había. Sentí un fuerte mareo y volví a recostarme, tratando de entender que había pasado. Lo más extraño de todo, es que no estaba asustada. Una voz en mi interior me decía que estaba a salvo. No podía comprenderlo, pero sabía que estaba bien. Lo sentía. Por unos momentos pensé que me habían secuestrado, traté de recordar que había hecho en las últimas horas y no pude. Cuanto más trataba de recordar, más dolor de cabeza sentía. No tenía fuerzas ni siquiera para hilar un pensamiento. Permanecí en la cama, desnuda, mis ojos cerrados, a lo lejos alcancé a oír un sonido, traté de levantarme y mientras lo hacía, el sonido se hacía cada vez más fuerte y más claro… eran tambores. Al escuc...
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