EL AVESTRUZ

Hay momentos en la vida, en los que uno es como el avestruz... mete la cabeza debajo de la tierra y deja que todo pase a su alrededor.

Así escondidos, dejamos que la vida siga y no nos planteamos que en realidad, lo único que estamos haciendo es dejar pasar los años.

No vivimos .. sobrevivimos.

Si nos pararnos a pensar ; la única forma de mejorar nuestra situación es generar un cambio desde adentro, respetando nuestras convicciones y modificando aquellas actitudes que solo generan conflicto .

Hoy decidí dar punto final a mi etapa de avestruz, decidí salir de ese lugar, de aprender a buscar la excelencia no la perfección.

De ser feliz, porque aprendí aceptar que soy imperfecta.

En estos días de soledad, me di cuenta que cosas son importantes para mi y porque vale la pena luchar por ellas.

Para alcanzar esos sueños que quizás para algunos puedan ser inalcanzables o simplemente tontos. Eso no debe importarnos.

Y saben por que? Porque cada uno de nosotros es dueño de su propio destino , de escribir su propia historia, de creer, de sentir pero lo más importante de vivir!!

No hay que temer al fracaso, a lo que hay que temerle es a quedarse estático, a dejar de soñar, a convertirte en un avestruz.

Debemos ser felices con nuestras imperfecciones, reírnos de nuestras torpezas, gritar de alegría cuando conseguimos lo que tanto anhelamos y cuando no lo consigamos, analizar porque no pasó y que podemos hacer para lograrlo.

Barajar y dar de nuevo.

El camino de nuestra vida se escribe cada día con las decisiones que tomamos y con las oportunidades que se van presentando, estate atento, aprende a reconocer lo bueno de lo malo, lo real de lo ficticio y así lograrás llegar a tu verdadero destino.